lunes, 22 de septiembre de 2025

Doble función: Skeeter (1993) & Mosquito (1995) |Critica

Dos cintas de monstruos del limbo noventero que agotaba todos sus trucos. Aquí veremos a una regurgitación del ecoterror más viejo y un homenaje emocionado al cine de monstruos. Las dos son muy interesantes por muchas razones. 

Tenía algunas reservaciones en cuanto a este vídeo, especialmente si hablamos de la crítica de Skeeter, ya que a simple vista uno puede pensar que “sobreanalizo” la película, pero en realidad considero que expliqué y justifiqué satisfactoriamente las ideas presentadas en el vídeo en sí, tanto con mis palabras como con las imágenes que seleccioné durante la edición, que después de todo para eso están los clips. El análisis toma en cuenta tanto los aspectos formales como los narrativos y la iconografía del género en la que apoya su discurso el filme. Aunque en retrospectiva, no debí asumir que todos sabían sobre el ecoterror y sus temáticas y tal vez debí de elaborar con un par de frases más mi análisis de la expresión formal de la película (por ejemplo, la colocación de los cuerpos sin vida, tanto de animales como de humanos muertos, en primer término en la composición de muchos de sus planos es una idea que noté después de hacer el vídeo pero que vale la pena mencionar) pero mayormente pienso que el vídeo se mantiene muy sólido.

viernes, 8 de agosto de 2025

Iceberg de las películas más odiadas ¿Por qué existen las películas repudiadas?

Este iceberg fue una excusa para ver algunas películas que tenía en mi lista, pero antes que nada lo usé para explorar el tema del cine odiado por las audiencias. Hasta donde pude di contexto, expliqué las críticas más normales a las cintas y ofrecí mi propia interpretación de ellas. Fue algo fructífero porque al final pude abarcar muchos campos, pero quisiera elaborar ciertos puntos en este post. Llegué a la conclusión de que hay tres maneras de que una película sea odiada, tres clasificaciones que de vez en cuando se cruzan: Películas de narración o formas poco convencionales, películas de narración o forma totalmente genéricas y películas sensibles al contexto.

-Películas con narración o forma poco convencionales: 

Cintas cuyos aspectos formales están totalmente alejados de las convenciones, ocasionando que el espectador común no pueda leer o "interpretar" las imágenes y el resultado es mayormente negativo. A su vez, una narrativa delirante y poco realista o poco verosímil puede considerarse como mala por el público. 

Ejemplos de ellas son: Manos, Plan 9 from Outer Space, Zaat, After Last Season, Troll 2, The Room, Birdemic, películas de Neil Breen y muchas de serie B o Z. 

Muchas de las cintas en este espacio son tachadas de "horribles" por su desviación en muchos aspectos del modelo dominante en la industria. Un ejemplo sería Troll 2 (1990) con su historia considerada como ridícula, saltos bruscos de tono, efectos considerados como baratos, sobreactuaciones o interpretaciones desganadas, etcétera. Todo esto la vuelve un objeto de burla por su misma naturaleza exagerada y que rechaza el raciocinio realista del cine actual, siendo casi totalmente artificial pero igualmente "cruda" o áspera en su artificio (algunos dirán que debido a su locura se ganó su gran seguimiento de culto). 

Surgieron también un par de casos en los que una película fue odiada por "abusar" de ciertas técnicas cinematográficas, como los zooms abundantes en Cañitas (2007) que supuestamente marearon a los espectadores, una queja poco frecuente incluso para cineastas que utilizan mucho esta técnica. Estos zooms parecen ser muy diferentes a los que usaría Jess Franco, quien usa un zoom lento para expresar una mirada voyerista y "dormir" a las audiencias con visuales que fluyen por su movimiento constante. Por otro lado, los zooms de Cañitas son siempre repentinos y rápidos, son de exclamación, y a pesar de que pueden lograr una uniformidad no parecen ser menos superficiales que otros zooms de exclamación como los de un cineasta popular al estilo de Tarantino o Edgar Wright (esto tendrá que corroborarse en algún futuro). 

Entre otras técnicas que resultaron odiadas tenemos a los planos aberrantes de Battlefield Earth (2000), cuyo análisis sería mucho más largo, así que por ahora dejémoslo en que fue criticada por usar esta técnica durante todo su desarrollo y no en secuencias clave como en una película más típica, una queja repetida en reseñas de Skull Forest (2012) también. Algo curioso es el caso de los planos aberrantes utilizados por Max Ophüls, lo menciono porque sus planos aberrantes tampoco son motivados (al menos no son motivados por un punto de incrementación dramática dentro de la historia o por alguna secuencia de pesadilla como suele ser usado el plano aberrante en películas genéricas) pero nadie lo critica por esto (mayormente porque no lo conocen). En todo caso, el análisis de cada película dejará ver la razón del uso de su técnica y por ahora nos importan las impresiones de las audiencias y no tanto el análisis crítico.

Como prueba de que no se busca juzgar a las películas dentro de esta categoría, diré que dentro de este campo encontramos a películas e incluso cineastas que antes se consideraban como ejemplos del cine "basura" (según gente como Pauline Kael) pero que tuvieron una reevaluación: cine de Hitchcock (Vértigo siendo el mejor ejemplo de narrativa y forma desaforadas que le dieron malas reseñas en su tiempo), Samuel Fuller, Douglas Sirk, Vittorio De Sica (A Place for Lovers incluso estuvo en el iceberg), Ishiro Honda (considerado por muchos como de los peores directores antes de ser rescatado por fans de Godzilla), Antonioni (cuyo filme, L'Avventura, fue abucheado durante su estreno), Roberto Rossellini (quien recibió muchas malas críticas después de su "etapa neorrealista"), Vincent Gallo y hasta David Lynch (no siempre fue "odiado" pero muchos críticos se oponían mucho a él y las audiencias tampoco eran mayormente amenas con el cineasta). 

Otro aspecto interesante es que el recibimiento de una película con forma alternativa depende mucho del contexto en el que se le introduce a la audiencia. La reevaluación de muchos cineastas mencionados en el párrafo anterior se introdujo en ambientes alternativos a pesar de la resistencia de los críticos oficialistas, hoy en día son introducidos a los jóvenes cinéfilos como los grandes maestros del cine cuando en su tiempo no pasaban de ser populares creadores de productos basura comerciales (en el mejor de los casos, mayormente esto aplica para los rescatados por Cahiers du cinema), lo que afecta a su percepción por parte de las generaciones posteriores. 

Mi punto es que cuando cierto estilo o construcción cinematográfica se sale de la zona de confort que tiene la audiencia general (siempre incluyo críticos en esta categoría porque son parte de la audiencia normal) es poco probable que el recibimiento sea positivo o que al menos no venga con mucha oposición intensa. Ocurre con cualquier cinta de “arte” independiente o incluso con películas de estilo particular de mayor presupuesto y nivel como lo fueron The Tree of Life (2011) o Gerry (2002) que tuvieron gran cantidad de detractores de parte de la audiencia (en el caso de Tree of Life muchos miembros del público incluso pidieron que les devolvieran su dinero). La diferencia radica en que la manera de presentar ciertas temáticas y las formas cinematográficas de las películas que sí lograron tener una reevaluación se apegan más a los modelos del arte “burgués” o “refinado” y por eso tuvieron cierta oportunidad de ser vistas con un nuevo lente o de llegar al público de nicho que si las entendía y valoraba, algo que difícilmente ocurre con cintas que no insisten en presentarse a sí mismas como “artísticas” porque no se toman tan enserio ellas mismas a pesar de tener mucho valor cinematográfico (como es la naturaleza de la serie B o películas de Hollywood “vulgares” como las de Paul Verhoeven, John Carpenter, Kevin Williamson, Wes Craven, Rob Zombie o M. Night Shyamalan).

Una película de "autor" o "experimental" dentro del contexto del cine de arte es vista con menos prejuicios que si se introduce en un contexto comercial o popular. Prueba de esto es la reseña de Wavelenght (1968) por parte de James Rolfe, quien la interpreta como un intento fallido de narrativa semi-convencional pero menciona ligeramente la experimentación de su forma y termina declarando que es la peor película de todos los tiempos, esta opinión negativa influyó en una gran cantidad de reseñas a la cinta, ahora criticada por su aparente confección pobre y experimentación supuestamente sin sentido. Una mezcla entre un emisor que no comprende a la película totalmente y la malinterpreta o la interpreta desde un punto de vista poco apropiado, y un receptor (su audiencia) que tampoco tiene las herramientas para analizarla y solo puede compararla con su idea de lo que debe de ser el cine (el modelo convencional), resulta en una acogida negativa. Ocurre lo mismo con películas presentadas en Mystery Science Theater 3000, libros de malas películas, premios a malas películas e incluso con canales de Youtube o blogs en donde se habla negativamente de películas que de por sí ya tenían cualidades desfavorables por su construcción poco convencional, ahora no tienen tan siquiera una oportunidad de ser analizadas favorablemente, pues son totalmente odiadas por tener estos mismos elementos divergentes. Es decir, mayormente la infamia de estos filmes se debe a que típicamente el hecho de que son diferentes al modelo dominante es lo que buscan resaltar los reseñadores de "cine malo" ya sea para hacer comedia o para solamente hablar de los “agujeros” de la trama u otro aspecto superficial. Encuentran las diferencias pero no saben leerlas o no cuestionan su razón de ser. 



-Películas con narración o forma genérica y sin alguna clase de invención: 

Se explica por sí solo. A pesar de que las reglas y las convenciones hacen que las audiencias se acostumbren a cierto "lenguaje" y de que las fórmulas narrativas ya conocidas son herramientas seguras, lo cierto es que pueden llegar a cansar a los consumidores de estos productos siempre bajo el modelo institucional de representación. Hasta cierto punto, las audiencias necesitan una dosis ligera de creatividad para realmente interesarse en un producto comercial. Existen películas que no añaden absolutamente nada a su lenguaje o relato, terminando en fórmulas de apariencia simple y genérica. 

Ejemplos: From Justin to Kelly, cintas odiadas de India, He's All That, comedias rutinarias de Adam Sandler, Emoji Movie, Mean girls 2, serie El Paseo, Chairman of the Board, Slenderman, Loco fin de semana, Expelled, Ace Ventura Jr, Christmas Vacation 2, United Passions, etc...

Habiendo dicho esto, muchas películas de forma excéntrica pueden parecerles genéricas a ciertas personas si su subversión es sutil y otras obras de apariencia poco innovativa suelen tener un muy buen recibimiento por este mismo apego al modelo popular (hay películas amadas y taquilleras que ofrecen poco nuevo). Así que tendrá que depender de la película en sí y de la percepción de cada espectador. 


-Películas sensibles al contexto: 

Estas películas son odiadas por razones un tanto ajenas a las de los primeros dos tipos pero, como dije anteriormente, las tres suelen embrollarse de vez en cuando. A estas cintas mayormente las odian porque su temática es considerada ofensiva, nefasta o mal manejada, su ideología se ve como absurda por gran sector del público, puede ser odiada también porque uno de los responsables de la película sufrió de alguna polémica o porque alguien involucrado en el proyecto es tan popular que la película se ve como un producto de su vanidad. 

Ejemplos son: el cine de Paco del Toro, The Conqueror, Music, Black Christmas, cine de Daniel Farrands, 365 Days, Gigli, Spice World, Glitter, cine cristiano, cine Nazi, etc... 

Buena parte de su mal recibimiento puede deberse a una mezcla entre las dos anteriores. Por ejemplo, Pink… El rosa no es como lo pintan (2016) es una cinta criticada por ser desmañada y de construcción cruda pero mayormente fue polémica debido a su acercamiento a su temática principal, más que por la percepción de su calidad (aunque todas las reseñas que existen mencionan esto último).

Difícilmente puedo decir que estas categorías son nuevas o invención mía, pero no hay demasiados intentos por explicar el odio de las cintas sin antes juzgarlas o darles etiquetas, ya saben, tacharlas de "tan malas que son buenas" o de "tan malas que son malas" entre otras cosas así. Por lo que puede ser útil si buscamos acercarnos a la raíz del asunto más allá de juicios de valor, que a pesar de que no tienen nada de malo estos pueden llegar a estorbar.


sábado, 1 de marzo de 2025

Top 5 mejores y peores del año 2024

No vi demasiadas películas del 2024 el año pasado (algo típico debido a mi aversión por el cine popular actual) pero decidí ponerme al corriente durante el inicio del año, así que aquí están las que considero como las más rescatables y también las peores (mayormente en el ámbito del cine de género/serie B). También vale la pena decir que falta una buena cantidad de películas que me interesaban pero que no se han lanzado apropiadamente y son difíciles de ver por el momento (mayormente es el caso con películas mexicanas). Meramente como tradición y sujeta a cambios, pues puede que vea más del año pasado en los siguientes meses, esta es mi selección.


Top 5 mejores: 

5- Bigfoot Exorcist (Wild Eye Entertainment) Dirs. Donald Farmer - Newt Wallen

El treintavo largometraje del veterano Donald Farmer es otro desquiciado destape vulgar de sangre, gore rudimentario y sexualidad soft pero prominente (y fetichista) que funge meramente como experiencia (anti)estética-antiuniforme. Totalmente descompuesta, desnutrida, ecléctica, discontinua, crudamente rodada y enfocada en recrearse en sus elementos a explotar (esos planos alargados que contemplan al monstruo barato recorrer un cementerio o las muertes con las que se agasaja la cámara) antes que intentar darle coherencia a sus múltiples subtramas, a las que abandona o dilata a placer, porque a Farmer le viene bien guanga la relación causa-efecto (producto de su formidable desintegración del relato). Ya cada vez menos cerca del espíritu Jess Franquiano que sublimó sus filmes anteriores, aquí queda la caspa, pero vaya caspa. 

4-Mummy Shark/ Camp Blood: Clown Shark/ One Million Babes BC (Polonia Brothers Entertainment) Dirs. Mark Polonia - Jeff Kirkendall


Lote estrafalario de indescriptibles sueños febriles del casposo imparable Mark Polonia (sus cintas número 86, 88 y 89) y su equipo recurrente. Empezando con el cine de momias clásico (de Universal a Hammer y ejemplos de serie B), pasando por la tetralogía británica de “cavegirls” (de la Hammer también) y añadiendo la farsa actual de tiburones ya asimilada e inferida. Mark sigue abierto a las rupturas técnico-formales que dan paso a las sensoriales deformaciones audiovisuales (superposiciones ultra-artificiales, stock shots discordantes y sobreexposiciones) dignas de un Polonia primerizo por allá cuando estrenaba alucinaciones óptico-sonoras como Bad Magic (1998), que hoy en día funciona como contracine depurado con la flexibilidad formal que deja en pañales a sus contemporáneos y las nuevas generaciones. Absurdos delirios improbables que buscan lo imposible.

3-Furiosa: De la Saga de Mad Max (Kennedy Miller Mitchell, Domain Entertainment) Dir. George Miller


Contenida épico-mítica cinta del demoledor, desmadroso e influyente George Miller que cuenta como la niña/adolescente postapocalíptica Furiosa se convirtió en un icono. Lo que la salva de proclamarse pretenciosamente como “mitología moderna” es que no es un mito para nosotros, sino para los personajes dentro de su universo. Casi opuesta en su meticulosa y controlada acción a la orgía vertiginosa de Fury Road. Es raro encontrar a un director, viejo o no, que sepa usar la cámara en mano, el pictorialismo, los movimientos (tanto de la cámara como lo que está frente a ella), el CGI o que vuelva a las propias elipsis y transiciones un recurso expresivo sustancial.  

2-Crocodile Swarm (Jagged Edge Productions) Dir. Tyler-James 


Sexto largometraje realizado por el productor/guionista convertido en director Tyler-James y uno de los más insólitos filmes elaborados por Jagged Edge. Cada recurso expresivo resuena más duramente al quebrar con la estaticidad de su dirección (esos zooms vertiginosos a la mujer comida por mega falsos cocodrilos en la escena pre-créditos, extrañísimos planos aberrantes y juegos de luces en penumbra prominente con la parte inferior del plano bien iluminada e incesantes jump-cuts cual recurso ahorratiempo del primer Godard). Infestada de planos luminosos y coloridos donde la luz fuerte y dura ilumina las cavernas postZontarianas, postDescenso que tiene por locación principal. Por su miserable historia y descolocaciones formales denota no una intención de narrar sino de delirar y dejar que las visuales consigan los efectos emocionales-atmosféricos necesarios. Sin mencionar ese “ojo-cámara que todo lo ve” que se posiciona por medio de planos cenitales y top shots por encima de sus míseros personajes y asciende lentamente a los cielos. Fascinante. 

1- Quadrant & Death Streamer (Full Moon Features) Dir. Charles Band


Es impresionante que Charles Band, el “poeta pulp” (según el crítico australiano Adrian Martin) de la serie B moderna (de los noventas para acá), siga igual de rico, busque nuevas herramientas de expresión (sin olvidar su medio) y continúe reinventándose en pleno 2024-2025 sin perder su toque. Aquí hay dos muestras de esa mentalidad Cormanesca, desprovistas de realismo y coherencia alguna, con creatividad formal y exploración temática subyacente, utilizando un díptico de tramas-pretexto que se desenvuelven como pesadillas digitales vueltas campo para lo etéreamente irreal/surreal. A pesar de lo controversiales que puedan ser (uso de IA, bajísimos presupuestos), aquí se ganan el lugar más alto. Dan para unas críticas pero eso tal vez después. 

Me dan ganas de poner: Trap (M. Night Shyamalan), Jurassic Triangle (Victor De Almeida), Terrifier 3 (Damien Leone), Wicked (Jon M. Chu), The Killer (John Woo), Immaculate (Michael Mohan), Space Sharks (Dustin Ferguson), Monster Mash (Jose Prendes) y MaXXXine (Ti West).


Top 5 peores:


5- In a Violent Nature (Shudder Films) Dir. Chris Nash


Reciente degradación/profanación de la imagen-tiempo Deleuciana (¿o la imagen-hecho Bazineana?), la nueva regurgitación de la moda del “slow cinema” (lo que sea que signifique eso), inspirada en ejemplos incluso ya cuestionables como los del Gus Van Sant dosmilero (Gerry, Elephant, Last Days, Paranoid Park) y la inútil búsqueda forzada de lo “sublime” del Terence Malick más mamón. El cine de la mente choca por completo con el cine de los géneros corporales (según Clover y Williams) y explota en esta nefasta cinta de esteticismo fetichista que momifica y contamina lo que en un momento fue vanguardia y estilo proveedor de una nueva manera de expresión. Ni siquiera es lo que dice ser, el montajista corta constantemente durante la trayectoria del asesino (secuencias que intentan imitar las extendidas caminatas ininterrumpidas vistas en sus influencias), nunca deja que se complete su recorrido sin interrupciones, destruyendo el punto del método empleado (esa concepción del tiempo y de los sujetos autónomos), esto empeorado por los diversos e insistentes cambios de ángulos y encuadres que traicionan el concepto de las tomas largas. Aparte, su foco de contemplación es de lo más banal. ¿Qué querían que contempláramos? ¿Los tropos del cine slasher por si solos? Ogroff (1983), Erase una vez el diablo (1986), Sledgehammer (1983) y Blood Lake (1987) son todo lo que esta película aspiró a ser.


4-The Substance (Working Title Films, Blacksmith) Dir. Coralie Fargeat


Despistada, autocomplaciente, autoexcitada, arrítmicamente vociferadora de un tautológico discurso fácil de panfleto frívolo que termina de leerse en dos líneas por métodos efectistas, estridentes y de obviedad insufrible en su vacuidad estética. Torpemente montada y rodada, sin lugar para lo más misterioso del cine de género, la indagación e investigación de sus imágenes, o pluralidad de interpretación alguna. Los efectos prácticos gore más aburridos y carentes de imaginación que he visto en un buen rato. Esta versión fea de The Wasp Woman (1959-1995) y de Evil Spawn (1987) sale sobrando. 


3-Anora (Cre Film) Dir. Sean Baker


Esperpéntica, boba y pedestre película del inflado Sean Baker que pasa de lo cinematográficamente ordinario a la replicación de formas, sensibilidades y estructuras autorales establecidas anteriormente en otros cines (Cassavetes, Lubitsch, Hawks, Franco) extirpadas de significado, contexto e importancia con rupturas desviadas muy tenues. Parte del hilo de deformaciones presentes en la filmografía de la generación reciente de directores académicos-cinéfilos galardonados (Gerwig, Chazelle, Eggers, Fargeat, Aster, Peele, Baumbach y otros). Una historia de barato carácter pseudo-crítico exigiendo ser interpretado (“Es una reinterpretación de la Cenicienta pero de mala leche y del mundo de las prostitutas.”) protagonizada por personajes desperfilados y realizada sin pensar en cómo se está representando y tocando cierta “realidad social” (tan alejada de ella como del espectador, como pasó en la aborrecible Tangerine del 2015) pero soñándose reveladora y exploradora de un mundo marginado/oculto. La estéril puesta en escena y la perdida/desorientada dirección resulta en encuadres, movimientos y planos funcionales, inexpresivos y unidimensionales, sin poder anclar idea alguna a lo que rueda o como lo rueda. 

2-Mouse Trap (Bailey Phillips Productions) Dir. Jamie Bailey


Hecha muy de a huevo para aprovechar que Steamboat Willie entró al dominio público, este es el ejemplo más ínfimo del terror con iconos infantiles. Ningún elemento embona, combina, comenta o se relaciona con los otros. Incoherente colección de referencias pop y chistes de parodia YouTubera con estereotipos y clichés sin vuelta de tuerca ni nada, no hay remates ni ironía en ninguna escena. Más cerca de un Kevin Smith chafa (bastante peor que Yoga Hosers) que de un Winnie the Pooh Blood and Honey. Usa la autoconciencia y las referencias para ocultar que no hay base alguna que la soporte. En cierto modo contiene una analogía para el estado actual del espectador: jóvenes atrapados en un complejo de diversiones/entretenimiento (aquí un Laser Tag) siendo víctimas del ratón Miguelito (y otras corporaciones como Disney). No hay escape. Solo aburrimiento, cinismo y muerte.  


1-Reagan (Brookwell-McNamara Entertainment) Dir. Sean McNamara


Nefasta biopic de Ronald Reagan, el cuadragésimo presidente de los Disparos Unidos Neoliberales. La evolución natural del consumismo desaforado de la insípida apología a la vanidad/superficialidad de la clase alta gringa de Bratz (otra película del director, quien ahora hace Reagan para los adultos que crecieron con esa) se puede ver en este abominable panfleto político que encapsula el nefasto estado del cine estadounidense: guion truculento de escuelita sobremanipuladora y construcción cinematográfica antirreflexiva, atrofiada, inexpresiva y con sobrecarga de intenciones hipersentimentales (de manera monótona, seca y cerrada). Glorificadora de un mandato horripilante y desinformando sobre sus supuestos logros. Una espantosa y profundamente aburrida hagiografía perversa. El fallo en fondo y forma del cine más miserable en su máxima expresión.  

Por poco pongo: Late Night with the Devil (Cameron Cairnes, Colin Cairnes), Night Swim (Bryce McGuire), Prey (Mukunda Michael Dewil), Woody Woodpecker Goes to Camp (Jonathan A. Rosenbaum), Devon (JWoww), Tarot (Spenser Cohen, Anna Halberg), Time Cut (Hannah Macpherson), Technoboys (Luis Gerardo Méndez, Gerardo Gatica), Lisa Frankenstein (Zelda Williams), Civil War (Alex Garland), Nosferatu (Robert Eggers), Heretic (Scott Beck, Bryan Woods), Longlegs (Osgood Perkins), Alien Romulus (Fede Álvarez), Unfrosted (Jerry Seinfeld), Barbie & Kendra Crash Joe Bob’s Drive-In Jamboree! (Charles Band), First Shift (Uwe Boll), Godzilla × Kong: The New Empire (Adam Wingard) y Mr. Crocket (Brandon Espy).