Tal vez no las más grandes o conocidas pero las primeras! |
Puede que muchos tengan en su radar a la historia de Krampus, una bestia que proviene de los países alpinos. Según la leyenda, esta criatura castiga a los niños malos durante la temporada de Navidad, algo así como un Santa Claus demoníaco que en vez de dar regalos solo castiga. Con este concepto poco sutil y tan perturbador, uno podría esperar ver a más de una película de terror sobre la bestia, no obstante, hace hace poco no se había hecho alguna cinta que pusiera al Krampus en su foco de atención.
Era de esperarse que pronto algún cineasta independiente saltara a la primera oportunidad para explotar esta leyenda tan mórbida. Jason Hull un director y guionista de cine americano de género comenzó su carrera trabajando en películas independientes (Incluso tuvo un papel en Curse of the Wolf de Len Kabasinski) y filmó su primer largometraje en el 2007 siendo este el filme de vampiros y mafiosos Chasing Darkness el cual tuvo un éxito moderado. Al terminar de rodar The Four (2012), Jason fue enganchado por la historia del Krampus, él decidió entonces que este tema sería usado en su próximo proyecto y con eso tuvimos Krampus: The Christmas Devil en el 2013.
Esta película cutre y barata trata sobre un agente de policía que durante su infancia fue castigado por la criatura conocida como Krampus. Ahora que ha crecido tiene pesadillas y alucinaciones frecuentes con este trauma de su infancia, mientras tanto, otros niños comienzan a desaparecer.
Su apartado visual es poco procesado, demasiado crudo durante las escenas de diálogos donde personajes hablan de la trama, la cual tampoco es muy interesante, su concepto puede serlo pero en ejecución todo se vuelve un poco tedioso, no ayuda que las actuaciones sean mediocres cuando mucho. El aspecto casposo le ayuda durante las escenas del Krampus en su cueva, donde secuestra a personas y las tortura, aquí es donde realmente brilla en su gloriosa gracia cutre aunque sea brevemente.
No es increíblemente entretenida y considero que no funciona del todo, en especial si hablamos de personajes, historia y aspectos técnicos, mucho de esto puede ser barrido bajo el tapete por el hecho de ser hecha por muy poco dinero, el producto final no es tan efectivo como uno podría pensar, aunque tiene sus momentos destacables.
Al ser lanzado en el 2013, se convirtió en la primera cinta en tener al Krampus como antagonista, a lo que siguieron cosas como Krampus: The Reckoning (2015), Krampus Unleashed (2016), Mother Krampus (2017), Mother Krampus 2: Slay Ride (2018), Krampus Origins (2018) y una secuela de esta cinta: Krampus 2: The Devil Returns (2016) con el mismo guionista y director.
Trata sobre nuestro policía, Jeremy Duffin, quien investiga una nueva oleada de niños desaparecidos, esta investigación lo llevará a descubrir la verdad sobre el destino de su familia.
Esta secuela hecha tres años después de la original puede sentirse un tanto más pesada o monótona que la primera, lo cual es muy extraño porque es técnicamente mejor que esta, teniendo más valor de producción, se ve mejor, suena un tanto mejor y sabe utilizar colores y otros efectos especiales en la edición para su ventaja (de manera ligera). Sin embargo, la poca visión que tiene Krampus 2 no es suficiente para salvarla de sus defectos más grandes.
Tiene una fotografía mas atractiva y con una mayor calidad de imagen, pero resulta ser un tanto inconsistente con su manejo de cámara, dándonos algunos planos tambaleantes y poco pulidos. Sin mencionar que parece estar rodada con más de una cámara, también cambiando la corrección de color puesta en post-producción en algunos planos. Esto solía ocurrir mucho cuando se rodaba en celuloide, pues el proceso era complicado y los rollos de película en sí eran caros, el día de hoy mucho de eso se corrige en post-producción pero al parecer Krampus 2 sufre de esto por alguna razón.
Jason dijo que la primera era más bien "un thriller de acción con elementos de terror" y eso se podía notar en la primera, este aspecto es mucho más predominante en la secuela, la cual se enfoca en el apartado detectivesco y de actionsploitation de la trama, aunque no pienso que logre entretener de manera eficiente.
Una entrada decente al cine cutre de navidad pero es dudoso que pueda satisfacer el hambre de gore o de monstruos asesinos, hasta el Krampus se ve mucho peor que en la pasada, se ha dejado detrás su aspecto oscuro y oculto por una máscara de Halloween normal. Nada demasiado terrible pero carece de algo que la vuelva notable, pienso que necesitaba más escenas como la final, en la cual se nota un tanto el tono camp y absurdo que pudo haber tenido obra.
Puede que estos dos filmes modernos del terror ultra cutre no sean los mejores exponentes de su tipo pero sin duda son algo populares y han logrado tener éxito y reconocimiento internacionalmente. Esto nos recuerda que el cine independiente de clase B nunca morirá.
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